Para el arroz:
1. Limpiar: los calamares, conservando la tinta.
2. Cortar: los calamares en anillas de dos dedos de ancho y dejar las patas enteras.
3. Mezclar: las tintas con medio vaso de vino y medio de agua. Reservar.
4. Picar: la cebolla muy fina y freír en la olla hasta que tome color.
5. Añadir: los calamares y dejar que cojan un poco de color.
6. Añadir la tinta con el vino y el agua. Dejar que se evapore el alcohol.
7. Salar: con precaución y espolvorear con guindilla molida.
8. Cerrar: la olla a presión y dejar cocer durante 10 minutos a partir del momento en que empiece a sonar la válvula.
9. Dejar: que el vapor se elimine por su cuenta.
10. Comprobar: que la salsa quede más bien líquida.
Arroz blanco de acompañamiento
1. Freír: en una cazuela con un poco de aceite la cebolla picada muy fina.
2. Añadir: el arroz y freír unos minutos.
3. Añadir: dos cucharones de agua hirviendo por cada taza de arroz.
4. Mezclar: salar. Tapar la cazuela y dejar hervir a fuego medio hasta que se haya absorbido el agua.
5. Servir: el arroz blanco en el centro del plato y alrededor los calamares con la salsa.
El ingrediente principal de esta receta es el calamar, mientras que el arroz actúa como acompañamiento y aporta un bonito contraste de color. No es necesario servir una gran cantidad, ya que el protagonismo lo tiene el calamar.
Si no disponemos de olla a presión, podemos preparar la receta en una olla tradicional, aumentando el tiempo de cocción a unos 40 minutos. Los calamares quedan muy tiernos y la tinta les aporta un sabor profundo y característico. La salsa debe quedar algo líquida para poder mezclarse bien con el arroz.
El sobre de tinta es opcional, pero recomendable si queremos intensificar el color del plato, ya que en ocasiones la tinta que contienen los calamares puede ser escasa.
Este plato es una buena fuente de proteínas gracias a los calamares, y el arroz nos aporta los hidratos de carbono necesarios para convertirlo en una comida equilibrada.