El pesto de calabacín es una receta fácil y rápida de preparar. Puede ser utilizada además de para acompañar un plato de pasta, para unos ñoquis de patata o para un antipasto encima de una tostada de pan. Su sabor es muy delicado y combina a la perfección con la pasta. En esta ocasión usé pasta fresca, en concreto, Fusilli Avellinesi, que presentan una buena adherencia del pesto. Si podéis, acercaros a una tienda de productos italianos y dejaros aconsejar sobre el tipo de pasta más adecuado para la receta que vais a elaborar, será un acierto seguro.
El calabacín es bajo en calorías y una buena fuente de fibra y vitaminas. Las almendras y pistachos aportan grasas saludables, vitaminas y minerales. El queso Parmigiano proporciona proteínas y calcio.