Esta receta nos aporta la oportunidad de disfrutar del hígado de pollo, un alimento rico en proteínas, con multitud de propiedades y que solemos olvidar en nuestra alimentación. Es rico en vitamina K, B12, y en vitaminas del grupo B y hierro. Os recomiendo que los hígados de pollo sean de calidad, a poder ser de pollos bien alimentados y criados en libertad. Ideal que procedan de producción ecológica, no debemos olvidar que el hígado es el órgano que procesa las toxinas para su eliminación.
Se puede comer acompañado de unas tostaditas o como acompañamiento de una ensalada o mezclado con pasta.