Hervir: las naranjas y los limones en 1,5 litros de agua durante 1 hora, a fuego lento y con la olla tapada. Añadir la canela si se desea.
Dejar: reposar toda la noche con las frutas en el agua de cocción.
Retirar: las frutas de la olla y reservar el agua de cocción.
Cortar: las naranjas y los limones a lo largo y vaciar de pepitas e hilos blancos.
Reservar: las pepitas, ya que contienen pectina natural.
Cortar: a juliana las pieles de las naranjas y de los limones. Añadirlas a la olla con el agua de cocción reservada.
Añadir: 1 kilo de azúcar y mezclar bien. Si se desea, dejar reposar unas horas para que el azúcar se disuelva e integre.
Colocar: las pepitas en una bolsa de rejilla (o en una gasa atada con hilo de cocina) y añadir a la olla.
Hervir: a fuego lento, removiendo de vez en cuando, hasta que la mermelada adquiera la consistencia deseada.
Retirar: la bolsa con las pepitas y apagar el fuego.
Envasado y conservación
1. Esterilizar: los botes de vidrio y sus tapas, hirviéndolos en agua durante al menos 10 minutos. Dejar escurrir boca abajo sobre un paño limpio sin secar con trapo.
2. Verter: la mermelada caliente en los botes, llenándolos hasta 1 cm del borde.
3. Cerrar: inmediatamente los botes con las tapas mientras aún está caliente.
4. Hacer: el vacío colocando los botes cerrados boca abajo durante 24 horas o bien hervirlos al baño maría durante 20 minutos, si queremos que se conserve hasta 12 meses.
5. Guardar: en un lugar fresco, oscuro y seco.
Esta mermelada no es para todos los paladares: los sabores amargo y ácido están presentes en ella. Si lo que queremos es una mermelada dulce y suave, esta no es vuestra receta.
Si se desea una mermelada no tan amarga, podemos mezclar mitad de naranjas dulces y mitad de amargas.
Las naranjas amargas tienen bastantes pepitas, poca pulpa y son ricas en pectina. Las pepitas, incorporadas a la olla en el momento de la cocción, harán que la mermelada adquiera consistencia.
Con el tiempo se sabe enseguida cuándo una mermelada está hecha. En caso contrario, podemos colocar una cucharada en un plato y esperar a que se enfríe: la mermelada no debe resbalar.
Para conservarla durante varios meses, es importante envasar la mermelada aún caliente en botes esterilizados y cerrarlos de inmediato. Aunque colocarlos boca abajo puede ayudar a formar el vacío, si queremos una conservación segura y prolongada es mejor hervir los botes al baño maría durante 10 a 15 minutos. Una vez abiertos, deben conservarse en la nevera y consumirse en un plazo de dos a