Trocear: el pulpo.
Freír: en una olla a presión o cazuela, con un poco de aceite, los ajos, el pimiento seco (vigilando que no se queme) y los cominos. Triturar en un mortero y reservar.
Añadir: el pulpo a la cazuela y freír hasta que tome color. Retirar y reservar.
Añadir: la cebolla rallada y freír hasta que coja color.
Añadir: los tomates rallados y dejar hasta que se frían.
Añadir: el pulpo, la hoja de laurel, el clavo y agua hasta cubrir.
Cerrar: la olla y dejar cocer 30 minutos desde que escuchemos el sonido de la válvula.
Abrir: la olla, añadir los gurullos, la guindilla y más agua si hace falta. Cocer 10-12 minutos con la olla destapada.
Añadir: el preparado del mortero y los garbanzos. Mezclar bien y cocer unos minutos.
Añadir: más agua si hace falta, ha de quedar caldoso.
Rectificar: de sal.
Añadir: por encima unas tiras de pimiento verde asado y pelado.
Servir
Los gurullos son una pasta tradicional de Almería hecha con harina de trigo duro, agua y sal. En esta región todavía es posible encontrar versiones artesanales, mientras que en otras zonas de España suelen venderse elaborados industrialmente, y el resultado final del plato no será el mismo.
La olla a presión permite acortar el tiempo de cocción y deja el pulpo muy tierno, aunque también se puede utilizar una cazuela convencional aumentando los tiempos. Los garbanzos se pueden cocer junto con el pulpo si no se quieren comprar ya cocidos, y el pulpo se puede sustituir por conejo para una variante igualmente sabrosa.