Colocar: las pechugas de pollo en una olla y cubrir con agua. Salar.
Dejar: cocer durante 30-35 minutos. Retirar las pechugas y reservar el caldo.
Verter: el mole en una cazuela y añadir tres medidas del vaso del mole llenas de caldo. Mezclar bien.
Cocer: a fuego suave, sin parar de remover, hasta obtener una salsa fina pero con consistencia.
Añadir: el azúcar para neutralizar el picante de la salsa. Salar.
Probar: por si debemos rectificar de sal o ajustar el nivel de picante.
Retirar: del fuego y añadir las pechugas. Mezclar bien para que se impregnen de la salsa.
Servir: acompañado de arroz y tortillas calientes.
El mole poblano es un plato contundente, de sabor intenso y picante, por lo que no va a ser apto para todos los paladares. Acompañado de arroz y tortillas, no necesitaremos ningún manjar más. Una buena cerveza será un complemento ideal, y un buen tequila nos ayudará a redondear la comida.
El mole poblano es una receta tradicional de la gastronomía mexicana, con un sabor profundo y complejo. Es conocido por combinar chiles, especias, cacao y otros ingredientes, dando lugar a un plato con un toque ligeramente picante y dulce. Al utilizar mole ya preparado, la receta se simplifica mucho, pero siempre se puede ajustar el sabor y la consistencia a tu gusto.
La adición de azúcar es común para equilibrar el picante, pero puedes ajustarla según tus preferencias personales.