Este plato es formidable para una cena o comida de celebración. La elaboración de los purés puede llevar algo de tiempo, pero el resultado final con la mezcla de colores y sabores es delicioso. Si no nos gusta la remolacha o encontramos dificultoso convertirla en puré, podemos substituirla por boniato, que aporta un contraste dulce muy interesante.
Las setas y unas verduras al dente serán una combinación final perfecta. Una crema de calabaza de primero y unos crêpes suzette de postre, resultarán un menú delicioso y elegante.