Esta variante del clásico salmorejo de tomate es refrescante y deliciosa, la verdura y la fruta nos aporta fibra y el queso proteínas de origen animal con lo que resulta un plato completo. El calabacín consumido crudo nos va a ayudar a aprovechar más sus nutrientes, especialmente su vitamina C. El aguacate es rico en ácidos grasos y calorías. Una pequeña porción es suficiente, ya que al igual que el salmorejo, es un plato contundente. Agregar un toque picante realzará su sabor y también podemos añadir hojas de albahaca o menta para aportar frescura.