Triturar: todos los ingredientes en la batidora.
Probar: por si debemos rectificar algún sabor.
Añadir: agua si ha quedado muy espeso.
Colar: con la ayuda de un colador chino si no tenemos un buen triturador.
Enfriar: en la nevera al menos durante 2 horas.
Servir: frío, acompañado de tropezones: trocitos de pepino, huevo duro, jamón serrano, aceitunas o lo que deseemos.
Hay tantas recetas de gazpacho como cocineros que lo preparan. El gazpacho es un plato rico en antioxidantes, gracias a los tomates y su alto contenido en licopeno. Es bajo en calorías, especialmente si no se añade pan. Es refrescante y puede considerarse una bebida isotónica por su aporte en minerales y sal.
El secreto del gazpacho es utilizar un buen tomate, no demasiado ácido, y un buen aceite. La fruta aporta dulzor y resta acidez al tomate.
Animo a probarlo.