Para el caldo,
Espárragos: quitar la parte dura de los espárragos y reservarla para el caldo.
Hervir: en una olla, poner a hervir el caldo con las verduras y la parte dura de los espárragos. Salar.
Cortar: cortar los espárragos a la medida deseada, freír a fuego suave sin que queden tostados.
Añadir: añadir la cebolla cortada a brunoise muy pequeña o rallada.
Añadir: cuando todo esté dorado, añadir el arroz para risotto y 1 vasito de vino blanco.
Dejar: dejar evaporar el alcohol y empezar a añadir el caldo poco a poco, un cucharón a la vez.
Mezclar: mezclar con una cuchara de vez en cuando, hasta que el arroz esté a vuestro gusto.
Retirar: retirar del fuego, añadir la mantequilla y el queso. Mezclar bien.
Dejar: dejar reposar unos minutos y servir.
El risotto es una receta versátil que permite una gran variedad de ingredientes y sabores, y te invita a dar rienda suelta a tu creatividad culinaria. Utilizar arroz especial para risotto, como el Carnaroli o el Arborio, es crucial para obtener una textura cremosa. Añadir el caldo gradualmente y remover con frecuencia ayuda a liberar el almidón del arroz, creando la típica textura del risotto.
Los espárragos son diuréticos y ricos en potasio; nos aportan fibra que, junto a los hidratos de carbono del arroz y las proteínas del queso, nos proporciona un plato completo y equilibrado.