Con la elaboración de este plato vas a tener el éxito asegurado. Es fácil de preparar y no suele presentarse en las mesas. Las gambas deben ser frescas, requisito indispensable para que el plato salga bien, pero no hace falta que sean de precio elevado ni de gran tamaño. Podemos comprar las que venden en las pescaderías frescas, peladas y sin cabeza, aunque suelen ser algo caras.
Las cabezas de las gambas podemos reservarlas y elaborar un fumet que nos servirá para enriquecer un arroz o una sopa de pescado.