La ciambella es un postre típico del norte de Italia, partucularmente popular en la región de Milán. Se caracteriza por su textura esponjosa y sabor suave. Batir bien los huevos con el azúcar hasta que estén espumosos, es crucial para obtener una ciambella esponjosa y ligera. El queso mascarpone añade una textura cremosa y un sabor suave que complementa perfectamente la acidez de las cerezas y la frescura del limón.
El molde corona asegura que el bizcocho quede bien hecho y esponjoso en su interior, al repartir homogéneamente el calor por toda su superficie, especialmente por el centro. La base tiene un acabado alveolado que evita que se pegue el bizcocho al desmoldar.
El helado de vainilla es opcional, pero su dulzura y cremosidad contrastan maravillosamente con la textura y el sabor de este bizcocho. Para una presentación más vistosa, puedes espolvorear azúcar glas sobre la ciambella antes de servir o decorar con algunas cerezas frescas y hojas de menta.